miércoles, 4 de septiembre de 2013

El valor de los besos

Toda persona gusta de besar y ser besada...



Sobre todo si recibe uno de esos besos que paran el tiempo, el tráfico, la lluvia y cualquier cosa que se ponga en su camino. Uno de esos en los que ni siquiera te preocupas por el movimiento que sigue tu lengua, simplemente desconectas del mundo, sales de tu cuerpo y te diriges flotando hacia el cielo para deshacer algunas nubes con las manos. Uno de esos que te sacude y te eriza los pelos desde la nuca a los pies. Uno de esos a los que solo le falta una canción de piano y un plano secuencia para que sean de película.

Confesémoslo, es una de las mejores sensaciones que existe. Sí, el sexo está genial, a todos nos gusta, pero un beso...un beso puede ser ansiado y, a la vez, inesperado y sorprendente. Puede hacer que sientas que el estómago se te encoge cuando vas a darlo y que si lo recibes te sientas capaz incluso de evitar que el sol se ponga. Es algo mágico, algo que, si es dado de la forma correcta, te rescata de cualquier pena por unos segundos y te hace sentir la persona más afortunada de la tierra.

El problema, como siempre, es que la magia se olvida, se pierde. Veo muchos besos que se prostituyen y se regalan como quien reparte propaganda comercial en los buzones de cualquier barrio por cuatro perras. No digo que el hecho de repartir besos sea negativo, pero si vas a hacerlo, que mejor que tomar de ejemplo a aquel niño de párvulos que reparte sugus a sus compañeros. Hazlo con gusto, con sentimiento, sino casi mejor no lo hagas,  porque recuerda, quizá ese beso que para ti no tiene sentido es para quien lo recibe un autentico regalo, no sería muy justo engañar a alguien así, ¿verdad?.

Pero bueno...¿Quién soy yo para exigir nada?... he volado con un beso, he sonreído, he saltado e incluso bailado por un beso, me he dormido y he despertado con un beso... he llorado por un beso... así que probablemente no seamos tan distintos, seguro que todo esto ya lo sabíais y quizá lo que leéis en este texto simplemente sean las penas de alguien que se quedó sin sugus. 

3 comentarios:

  1. Sin palabras. Un 10. Para que no se desprestigie el valor de los besos... ni la nostalgia...

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    1. ¿Un 10? Menudos amigos más buenos tengo :), muchas gracias.

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